LA "ANTENA" SUMBARINA DE ELTANIN: ¿MISTERIO RESUELTO?
Nota: este artículo es de mi autoría y fue publicado originalmente con el mismo título que aquí en el desaparecido blog "Galería de Ooparts", que alojaba en el servicio Blogspot hasta el año 2009 aproximadamente
El navío de investigación USNS Eltanin
fue uno de los primeros buques de exploración de fondos oceánicos que
se usaron en el mundo, comprado en 1957 por la Marina de los Estados
Unidos y adaptado desde su función original de carguero para poder
realizar tales expediciones científicas. A partir de 1962, la nave
efectuó un exhaustivo estudio de las profundidades de las aguas
antárticas, labor que se extendió hasta 1979 y que consistió básicamente
en la documentación fotográfica de alta profundidad con cámaras
especiales de gran resistencia a las presiones submarinas.
Aunque la hazaña del Eltanin
fue un gran aporte a la ciencia y al conocimiento de los mares
australes, los creacionistas y coleccionistas de información sobre
fenómenos extraños se han encargado de popularizar sólo uno de los
hallazgos más controvertidos de la investigación, correspondiente a la
fotografía captada el 29 de agosto de 1964 a 4.114 metros de profundidad
(según otras fuentes como Larry Hatch, a 3.904 metros), en las aguas
situadas a unos 1.600 kilómetros al Oeste del Cabo de Hornos, muy
próximas a las aguas jurisdiccionales chilenas, en la posición 59º 07'
Sur y 105º 03' Oeste.
La
impresionante fotografía muestra lo que casi con toda seguridad parecía
ser una antena o un asta con forma de poste clavado sobre el fondo
oceánico, con aspecto sólido y con brazos o rayos simétricos que
sugieren un origen artificial. La imagen, aterradoramente nítida para la
profundidad a la que fue tomada, permitió precisar inclusive que la
distribución de estos rayos o ramas es exacta en ángulos de 15 grados.
Más aún: al final de cada uno, el objeto tenía una perfecta esfera, lo
que incrementó la impresión de que se trataba de una antena o de un
emisor radial.
Aparentemente,
la primera mención pública de este inusual objeto apareció en el "New
Zealand Herald" del 5 de diciembre de 1964, bajo el título "Puzzle Picture From Sea Bed". Cuatro años después, Brad Steiger escribió en la revista "Saga" que era "una asombrosa maquinaria ... muy parecida a una cruz entre una antena de televisión y una antena de telemetría".
Como no podían faltar, entonces, salieron a la palestra todos los
devotos de la memoria de la Atlántida advirtiendo que el extraño
desconocido, llamado desde su descubrimiento como la Antena de Eltanin, pertenecía a la civilización antediluviana que desapareció tragada por el océano.
Otros,
con un poco más de sensatez, recordaron lo lejos del Atlántico Norte
que se encuentra el hallazgo como para asociarlo al mito de la
Atlántida, por lo que propusieron que se trataría del vestigio de "otra"
supercivilización desaparecida también bajo las aguas o tras un
cataclismo. Restos de una civilización antártica, además... A estas
teorías, se agregaron toda clase de especulaciones que aún sobreviven:
antena de un "OSNI" (Objeto Submarino No Identificado), una instalación extraterrestre en el fondo marino, una evidencia de vida abisal inteligente, etc.
Steiger escribió en 1968 que el objeto correspondía a un “OVNI acuático”,
denominación que compartirá dos años después el autor Ivan Sanderson.
Otros fueron más allá aún, como el neozelandés Bruce Cathie, quien
inventó una teoría según la cual la "antena" sería el centro de una red
planetaria de energía que permitiría la detonación de armas atómicas
sólo en ciertos lugares del globo terráqueo (?).
Pero
dejémonos de tonterías: el extraordinario objeto definitivamente parece
una antena artificial. Un extraño efecto óptico muestra un perfecto
círculo en su "tallo", lo que aumenta las conjeturas sobre su
naturaleza. Sin embargo, las formas del mar están llenas de semejanzas
con nuestros objetos y herramientas domésticas, cosa que se nota en las
denominaciones que abundan entre la fauna oceánica: la medusa cinturón
de Venus, la esponja copa de Neptuno, el coral tubos de órgano, etc.
¿Podría ser más probable, entonces, que la mentada "antena" no se trate
más que de otro capricho biológico marino?
Aunque
los participantes de la expedición no pudieron identificar el objeto de
la imagen en su momento, los científicos no se distrajeron demasiado
con la Antena de Eltanin, juzgándola una especie desconocida de
organismo submarino. Sin embargo, no existía conocimiento de ninguna
especie de flora o fauna de grandes profundidades abisales que guardara
semejanza con lo que mostraba la imagen captada por los investigadores.
Por el contrario, la simetría y el aspecto de innegable apariencia
artificial fomentaron más la creencia de que era un objeto hecho por
manos inteligentes en las frías aguas de influencia antártica.
La
incapacidad de contar con submarinos que pudiesen bajar a tales
profundidades regularmente para investigar el objeto contribuyó a seguir
aumentando las teorías delirantes y los desvaríos que intentaban
explicar su origen con fórmulas imaginativas.
Pero en años posteriores se propuso que la "antena" no sería más que un ejemplar del género de esponjas marinas llamadas cladorhiza,
aunque esta clase de animales viven fijos en los fondos de aguas más
bien cálidas, y no en las gélidas profundidades de las márgenes
antárticas, por lo que la teoría fue rápidamente atacada desde estos
lados más vulnerables por los adictos al creacionismo y al realismo
fantástico. Los biólogos contraatacaron, sin embargo, advirtiendo que el
ejemplar puede ser una adaptación de la cladorhiza a estas frías aguas australes.
Fue
en 1971 cuando Tom DeMary publicó imágenes tomadas del libro titulado
"The Face of the Deep", de Bruce C. Heezen y Charles D. Hollister
reproduciendo también las declaraciones del biólogo marino A. F. Moses,
quien a su vez se basa en observaciones de su colega S. S. Jacobs, quien
con A. F. Amos formó parte de la dotación original del Eltanin cuando se tomó la polémica imagen.
Dichas
ilustraciones pertenecían a un trabajo muy, muy anterior, del famoso
marino y oceanógrafo norteamericano Alexander E. Agassiz, titulado
"Three Cruises of the Blake" y publicado en 1888. Demostrarían que la
mentada "antena" no sería otra cosa que un animal espongiario marino y,
según el texto del documento, la variación de la especie Cladorhiza concrescens o Chondrocladia concrescens en las profundidades semeja precisamente “una antena microondas de la era espacial”.
Heezen
y Hollister muestran que la posición erecta o recta de las ramas de la
esponja coincide con el aspecto del objeto fotografiado por el Eltanin, para lo cual elaboraron una ilustración con este aspecto presentándola al lado de la hecha por Agassiz en 1888, donde la cladorhiza
aparece con sus ramas lacias o mustias. La coincidencia es casi exacta y
ha sido confirmada con posteriores fotografías de la misma especie,
mucho más nítidas y claras, tomadas por equipos de alta profundidad.
Quizás
no se pueda culpar a quienes no estén del todo convencidos de la
explicación aportada por estos científicos a la fotografía. Sin embargo,
todavía es posible encontrar una gran cantidad de autores literarios y
sitios webs insistiendo ciegamente en la naturaleza extraterrestre o
anómala del objeto en cuestión, como única posibilidad, desentendiéndose
así de las importantísimas revelaciones hechas por DeMary.
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