UNA TRADICIÓN NÁUTICA: LOS CERTIFICADOS DE BAUTISMO ECUATORIAL EN LOS DOMINIOS DEL REY NEPTUNO
Certificado
del Rey Neptuno, Rey de los Mares, acreditando el cruce naviero de la
Línea Ecuatorial, a bordo del vapor mercante “Claude Bernard” de la
Compañía de Navegación Sur Atlántica, extendido el 19 de enero de 1959.
Forma parte de las colecciones de reliquias náuticas en exhibición del
restaurante "Ocean Pacific's" de Vitacura.
Hay
muchos elementos tradicionales de la historia de los hombres de mar que
sobreviven en nuestro mundo contemporáneo, varios incorporados a la
vida civil de corriente tierra firme. Tenemos, por ejemplo, las medidas
de velocidad en nudos, los "bautizos" o inauguraciones de objetos y
lugares reventándoles encima una botella de champagne (a la
usanza del primer zarpe de una nave desde un astillero), el concepto del
"pirateo" (piratería) y su famosa bandera corsaria con calavera y
huesos cruzados (el Jolly Roger) que pasó a ser el pictograma
para representar peligro o veneno, además de las cartas en las botellas
que arrojaban al mar los navegantes en sus viajes con mensajes
simbólicos y los famosos amarres técnicos especializados o "nudos marineros".
En nuestra cultura chilena, en tanto, están a la vista casos como el de comer cazuela y/o empanadas
los días jueves entre algunas familias modestas de puertos, proveniente
de una política de "rancho" adoptada por la Armada de Chile en la
primera mitad del pasado siglo; y el famoso caldillo de congrio convertido en un plato típico nacional, según algunos viejos lobos de mar
que he tenido la suerte de conocer en viajes, provendría de una
costumbre que tenían antes marinos de guerra, marineros y pescadores, al
pedir que se les prepara esta delicia en restaurantes cada vez que
tocaban tierra, por su frescor y capacidad de "componer" energías, mucho
antes que fuese elogiado por poetas como Pablo de Rokha o Pablo Neruda y
pasara a ser apropiado por cierto partido político que hoy lo presenta
casi como su patrimonio cultural.
Se
ve, entonces, que la cultura náutica es rica en crear y expandir
tradiciones hacia el resto de la sociedad y los demás gremios o
estamentos, al tiempo que aporta con símbolos, iconos y conceptos. De
este modo, no es de extrañar que existan algunos ritos de expansión
universal y alto contenido identitario dentro de las instituciones,
compañías o rubros de actividad en los mares, invocando también
elementos tomados de la propia historia náutica y de la mitología
oceánica. Uno de los principales es la certificación del cruce
ecuatorial, otorgada nada menos que por el mismísimo Emperador de los
Mares, el Rey Neptuno... El Imperium Neptuni Regis, de los antiguos navegantes.
Para
comprender un poco este asunto, debe entenderse primero que desde
antaño vikingos, griegos y romanos realizaban rituales en el paso
marítimo desde ciertos puntos o tramos a otros, los que con el avance de
la cartografía y los conocimientos náuticos pasaron a ser definidos
después por los paralelos. Poseidón o Neptuno era la deidad reinante en
los mares en el mundo clásico, por lo que las rogativas y peticiones se
le hacían directamente a él en las ceremonias de traspaso de las líneas.

Certificado
del padre Rey Neptuno, Rey del Mar, acreditando el cruce de la Línea
Ecuatorial para el “Claus John”, de la Pacific Steam Navigation Comp.,
el 5 de abril de 1961. Forma parte de las colecciones de reliquias
náuticas en exhibición del restaurante "Ocean Pacific's" de Vitacura.

El
mismo tipo de documento otorgado para George Joseph Sefcik por la
American President Lines de Singapur, extendido el 16 de marzo de 1942.
Fuente de la imagen: hartfordmichigan.com

Certificado
para una tal Marie Naismith, en un navío de la Dominion Far East Line
de Hong Kong, extendido el 15 de junio de 1945. Esta imagen me fue
proporcionada desde una colección particular de fotografías bajadas de
internet, por lo que desconozco la fuente original de la misma o su
propietario (agradecería cualquier información al respecto).
Esta
tradición nunca se extinguió en la cultura náutica: es mencionada por
el Capitán Fitz Roy, por ejemplo, y aparecen testimonios de su práctica
en las marinas imperiales de España, Portugal, Inglaterra, Alemania y
Rusia, además de ser adoptada por franceses, italianos y hasta
navegantes orientales. Así llegó (o se mantuvo) hasta los navegantes
modernos, quienes realizan ritos y parodias al momento de atravesar la
Línea del Ecuador o Latitud 0 en un viaje (Crossing the Line, en
el anglo). Y si bien no se conoce con exactitud el preciso origen de las
tradiciones concretas relacionadas con el paso ecuatorial, generalmente
son todas realizadas en tono festivo y con gran acento entre sus
miembros a la pertenencia dentro de la cofradía que la ejecuta, aunque
algo brusco y rudo en sus formas.
Un
testimonio o "certificado" acreditará este acontecimiento para todo
aquel que lo vive y especialmente quienes lo hacen por primera vez,
existiendo una gran cantidad de diseños y presentaciones para tal clase
de documentos, hoy muy apetecidos entre ciertos coleccionistas cuando se
trata de piezas clásicas o asociadas a navíos históricos, no sólo
militares como ya veremos.
En
el caso de la Armada de Chile, donde igualmente se "certifica" la
ocasión del cruce de la línea, esta tradición se realiza con una jocosa
ceremonia en la que también se invoca al Rey Neptuno (Neptunus Rex)
y en donde se aprovecha de "bautizar" sumergiendo en una piscina de
cubierta a los grumetes aún novatos que, por vez primera, cruzan la
línea ecuatorial y cambian así de hemisferio a bordo de la respectiva
nave. Al mismo tiempo, se realiza la universal representación
histriónica por parte de los marinos caracterizados de Neptuno, de su
Reina Anfítrite y de una Corte Imperial compuesta por representantes de
la fauna marina (tortugas, tiburones, delfines, ballenas), seres
mitológicos del océano (sirenas, serpientes marinas, caballos marinos),
además de la presencia de un médico, un escriba y a veces asistentes, el diablo, piratas y
otros personajes según la ocasión. Los grumetes "bautizados", después
de rito reciben también su respectivo certificado en prenda y
reconocimiento, por haber traspasado la Latitud 0 y ser aceptado en los
Dominios del Rey Neptuno.
Pues
bien: el ritual y la "certificación" del paso por la Línea del Ecuador,
ya sea por Océano Pacífico, Atlántico o Índico, no quedó reducida sólo a
protocolos tradicionales de instituciones de corte marcial, sino que se
adoptó también en el mundo de la navegación civil, comercial y
deportiva, tanto para celebrar el primer paso de un navío por la Latitud
0 como el de los elementos de su tripulación o aquellos pasajeros que
debutan haciéndolo a bordo, ganándose así el pasaporte a los mismos
Reinos de Neptuno, con la firma de fantasía del propio emperador
mitológico en el documento.

Certificado
del "Imperium Neptuni Regis" extendido en nuestra época a los viajeros
que van por mar hasta las Islas Galápagos en el Ecuador y al borde del
paralelo del mismo nombre, en este caso por la agencia Ecoventura.

No
sólo las líneas navieras han usado el recurso lúdico de los
Certificados del Rey Neptuno, sino también algunas líneas aéreas, como
ésta extendida hacia los años 50-60 por la compañía australiana Qantas
Airlines.

Certificado
de ingreso a los Dominios del Rey Neptuno extendido a Charles Cameron a
bordo del USS "Utah" (Marina de los Estados Unidos), el 1° de diciembre
de 1928. Fuente imagen: Wikipedia.
Con
algunas diferencias y adaptaciones dependiendo del país de origen, la
marina mercante hizo propia estas certificaciones entre su personal y
algunas líneas de cruceros y transatlánticos ya lo realizaban para
entretención de sus pasajeros en el siglo XIX, con ceremonias y fiestas
propias. Los diplomas o certificados que resultaban de estas aventuras,
de hecho, son buscados por anticuarios y cazadores de reliquias, pues
suelen ser de atractiva composición gráfica y en algunos casos de
tirajes muy limitados para determinados diseños o líneas navieras,
además de muchos que quedaron asociados a importantes compañías de
vapores ya desaparecidas.
Otro
atractivo de estos certificados es que, además de sus ilustraciones
alusivas al mundo de la mitología marina, suelen estar redactados en un
simpático pero gracioso lenguaje, siempre haciendo referencia a
conceptos, nombres y entidades divinas del mundo antiguo, además de
fragmentos en latín. Hay turistas con afición a los viajes por mar que
suelen atesorarlos como testimonios personales de aventuras, existiendo
unos especialmente valiosos y con cierta identidad propia dentro de la
tradición, como los que se dan en los viajes en naves alrededor de las
Islas Galápagos y a veces con celebraciones incluidas, precisamente en
Ecuador, el país que da nombre a la famosa línea de la Latitud 0.
Como
dato curioso sobre el tema, cabe recordar que, recientemente, hacia
octubre de 2014, se filtró en la prensa nacional una videograbación de
estos "bautizos ecuatoriales" de novatos por el Rey Neptuno y su Corte
en el buque "Blanco Encalada" de la Armada de Chile. Aunque es verdad
que han existido denuncias de abusos en estos ritos en otros países,
especialmente durante la Segunda Guerra, algunos periodistas chilenos
-en su infinita e incontrolable ignorancia, hay que decirlo- interpretaron la ceremonia
de la piscina y los tiburones de manera torcida y sensacionalista en los noticiarios, al punto de que la presentaron como abusos de poder e incluso bullying
dentro de la institución.
Empero, se trataba en realidad de una de las
actividades de camaradería más antiguas, famosas y universales del mar,
avalada por estos famosos "Certificados del Rey Neptuno" que ya se han
expandido por casi todas las formas profesionales de la gran navegación.
Comentarios
Publicar un comentario